¿Quién no recuerda la mítica película Casablanca? Sin duda, uno de los grandes clásicos del séptimo arte que nos ha dejado para el recuerdo el inolvidable Rick’s Café. Allí nos podíamos encontrar al pianista Sam, a quién Humphrey Bogart e Ingrid Bergman le pedían que tocara, otra vez, la canción de ‘As times goes by’.
Café de espías y expatriados, el ficticio Café de Rick estaba regentado por Rick Blaine, encarnado por Humphrey Bogart, un cínico norteamericano expatriado por causas desconocidas. Este local nocturno era el más popular de Casablanca durante la Segunda Guerra Mundial, un lugar exclusivo donde el juego atraía a una variada clientela.
Años después de haberse estrenado este clásico del cine y de que frases tan célebres como “tócala otra vez, Sam”, “siempre nos quedará París” o “este es el principio de una gran amistad” hubieran calado hondo entre los espectadores, numerosos turistas visitaban la ciudad marroquí de Casablanca en busca de esta adorada cafetería. Pero en realidad, la película Casablanca nunca se rodó en esta ciudad, ni siquiera en Marruecos. Todo la magia de Casablanca se había rodado en unos estudios de grabación en Los Ángeles.
Por eso, en 2004 la americana Kathy Kriger supo sacar partido a esta demanda y decidió abrir el Rick’s Café en Casablanca. Un lugar decorado a imagen y semejanza de los escenarios que más nos cautivaron de la película. Y por supuesto, mientras los visitantes degustan una taza de café, pueden escuchar como al son del piano suenan grandes clásicos del siglo XX, incluyendo la magnífica ‘As time goes by’.