Con el auge de las cafeterías y tiendas gourmet, cada vez se habla más del denominado ‘café de orígen’. Pero, ¿en qué consiste exactamente?
Para empezar, el café de origen se refiere puramente a la materia prima, a los granos de cada variedad de café y a todo lo que llevan detrás. Y no sólo se habla de si los granos son robusta o arábica, o del tipo de tueste o molido, sino de su trazabilidad: aquello que permite a un experto diferenciarlo en todos sus matices.
Un denominado ‘café de origen’ es aquel que proviene de un único productor original, es decir, de una región, finca o campo de un país en concreto. Incluso en ocasiones define a un café procedente de la zona de cultivo concreta de una hacienda, llegando a distinguir entre suelos y altitudes. No es lo mismo, por ejemplo, un café de India que uno de Costa Rica, pero dentro del mismo país también hay notables diferencias entre las regiones y los mismos productores. Eso es lo que hace único a cada café de origen, porque permite saber con exactitud de dónde procede cada grano, qué variedad es, cómo se ha cultivado y cómo se ha procesado.
Y al final, un verdadero experto en café conoce los principales orígenes y sabe qué esperar de cada uno de ellos.