Entrevista a Santiago Chacón y Eduard Juncà, tostadores de Café Saula.
Son uno de los puntales de la fábrica, los encargados de hacer la torrefacción perfecta de los granos de café. Santiago Chacón, que ya lleva veintitrés años trabajando en Café Saula, se encarga de tostar y hacer el mantenimiento de la maquinaria. Y su compañero Eduard Juncà, que también tiene una larga trayectoria detrás, es responsable de varias tareas, como el control de la calidad del café, el molido del tueste y la torrefacción del café verde, entre otros. En todo caso, los dos aseguran que, al ser una empresa pequeña, la polivalencia a su trabajo es una de sus características principales.
¿Por qué es tan importante vuestro trabajo?
Santiago: Se podría decir que somos un poco el corazón de toda la producción. Aunque nuestra tarea va muy ligada al trabajo del laboratorio, porque ellos nos fijan el color de la torrefacción, valoran si está saliendo bien la remesa y hacen todas las pruebas pertinentes para comprobar que no haya ninguna anomalía.
¿Cómo es una buena torrefacción del café?
Eduard: Hay varios parámetros para cada variedad de café, pero la conclusión es que la torrefacción siempre salga igual. En el proceso de cata del laboratorio es donde se acaba de decidir qué punto de tueste se utiliza en cada caso.
¿Por qué para Café Saula es importante una torrefacción lenta?
Eduard: Es la torrefacción tradicional. Nuestra esencia es tostar a 17 minutos a unos 225°. Esto hace que, lentamente, el café verde vaya sacando todos sus aromas y componentes organolépticos.
Santiago: Ya lo dice el dicho: “a fuego lento todo sabe mejor”.
A la hora de enfriar el café no utilizáis agua. ¿Porqué?
Eduard: Es otra de nuestras técnicas para no desvirtuar los aromas. Nuestra opción es dejar enfriar el café con el aire proveniente del exterior.
¿Qué otros puntos tenéis en cuenta a la hora de tostar?
Santiago: Al tratarse de un producto alimentario, para nosotros la limpieza constante de toda la maquinaria es un punto básico.
Eduard: También vigilamos mucho que los granos que nos llegan hayan pasado correctamente todo los procesos de selección y limpieza previos. Si no tenemos el café limpio, en óptimas condiciones y controlado por el laboratorio, no iniciamos el proceso de torrefacción.
¿Qué es lo que más os gusta de vuestro trabajo?
Santiago: A mí me gusta saber que estoy trabajando con café premium. Saber que la materia prima es buena.
Eduard: También es la satisfacción del trabajo bien hecho y de ser cada día exigentes con lo que hagamos. Y al final, un día vas a un bar a tomar Café Saula con un amigo y si ves que le gusta, te sientes orgulloso de haber formado parte del proceso de creación de aquel café.