Hay historias y lugares que unen a empresas. Como el barrio del Raval de Barcelona. Café Saula y Moritz nacieron en sus calles, se impregnaron de sus gentes y sus historias. Años más tarde, en 2014, estas dos empresas amantes de Barcelona decidieron aliarse para ofrecer a los bares de la ciudad Condal su café y su cerveza. Uno de estos locales es la Fábrica Moritz, que ya lleva tres años revolucionando la ciudad. Más que un bar, se trata de un espacio multifuncional ideado para los auténticos amantes de la cerveza.
Ubicado en el mismo edificio que la fábrica Moritz original, en la Ronda Sant Antoni, el local es considerado como una ‘cervecería contemporánea’, en la que su puesta en escena y extensa carta variada se inspira en diferentes influencias nacionales e internacionales. Cocina alsaciana en homenaje a su fundador Louis Moritz; fritos a la andaluza; marisco a la gallega; charcutería alemana; cocottes a la francesa; propuestas horneadas de toda clase y la reedición de grandes platos clásicos cerveceros a cargo del reconocido chef Jordi Vilà. Todo esto sin olvidarnos de la microcervecería que hay situada en el mismo local, cuya cerveza es la que se sirve a los clientes. Además, hay el ‘Bar à Vins’, un espacio dedicado únicamente al mundo del vino donde se reúne el ‘Club del Porró’.
Siempre con ánimos de seguir evolucionando, en 2015 la Fàbrica Moritz abrirá una ‘braserie’ en su subterráneo, un restaurante de gastronomía altamente elaborada. Y, por supuesto, la hora del café siempre irá acompañada de un buen Café Saula Premium.