Es habitual en Café Saula hacer catas de café a la brasileña. Se trata de uno de los sistemas mas extendidos a nivel mundial para catar cafés. Un procedimiento que sirve para evaluar el café origen por origen, y nunca los diferentes orígenes juntos, de manera que se pueden percibir con más exactitud sus virtudes y defectos.
De hecho, en el sistema brasileño no se cata un café terminado y listo para tomar, sino una ligera infusión que permite evaluar fácilmente la mayoría de características del café en cuestión.
Los cafés a catar durante la cata brasileña son presentados en todas sus formas: en una bandejita el grano verde, en otra el grano tostado y finalmente la infusión, de la que disponemos al menos de dos tazas de cada variedad por persona.
La cata se empieza valorando la fragancia del café molido, en donde lo primero que descubrimos es la frescura del café, que ya nos da indicios de lo que descubriremos al finalizar la infusión.
En toda la cata evaluamos las siguientes características: la fragancia, a partir del grano tostado y molido; el aroma, oliendo la infusión; el retronasal, es decir la estimulación a partir de los vapores producidos en la boca en el momento de sorber; el gusto, probando la infusión; el cuerpo, valorado a través de la densidad y textura de la bebida; la acidez, como expresión de la viveza del café; y el postgusto, tras escupir la porción sorbida e ingerida en una pequeña parte.