Hubo un tiempo en el que los viajes alrededor del mundo se convertían en largas travesías que duraban meses e incluso años. El transporte de mercancías, por lo tanto, se veía afectado por miles de variables, entre las que se encontraban el clima de los territorios por donde pasaban, el tipo de envase en el que se guardaba o los otros productos con los que viajaban.
Un claro ejemplo lo podemos encontrar en el denominado India Monsooned, o India Amonzonado. Este café, procedente de la India, viajaba hasta nuestro continente en el siglo XVII y XVIII en barcos de vela junto a sacos de especias. Como el viaje duraba meses, el café acababa adquiriendo el aroma de las especias que también viajaban en las bodegas del barco. A esta nueva variedad se la describió como ‘monsooned’ o amonzonado, debido a los vientos monzones, los impulsores de los veleros en el Océano Índico.
Más tarde, con la aparición de los barcos de vapor y el acortamiento del tiempo de travesía, ese proceso que le daba un aroma tan especial al café desapareció. Pero, pese a todo, la constante demanda del India Amonzonado por parte de los más sibaritas hizo que se empezara a provocar el envejecimiento de forma artificial.
El proceso de envejecimiento consiste en exponer el café verde en patios donde soplan los vientos húmedos del monzón durante día y noche, hasta que los granos adquieren un color amarillento. En unas semanas se logra provocar el efecto que el mar y el sol producían durante las largas travesías de los antiguos veleros.
El India Amonzonado consta de cuatro variedades: el Malabar amonzonado AA, el Basanally amonzonado, el Arábica amonzonado triage y el Robusta amonzonado. Todas ellas cuentan con un aroma especiado, acidez y cuerpo medio y son persistentes en boca.