Uno de los secretos mejor guardados de los daneses es el Hygge. Una palabra que no tiene traducción, pero que intenta enseñar que la clave está en saber disfrutar de las pequeñas cosas. Leer un libro al lado de la chimenea, hacerse un baño relajante a la luz de las velas o compartir una tarde en casa con los amigos. Son muchos los momentos Hygge que se pueden vivir a lo largo del día. Y uno de ellos es, sin duda, el momento del café. Des del instante en que se escoge la taza hasta que se prepara la bebida, existe un ritual único para cada persona. Y qué mejor que hacerlo en un ambiente relajante y lleno de familiaridad.
Precisamente en Copenhague, capital de Dinamarca, el concepto del Hygge relacionado con el café está más presente que nunca. En sus calles son muchas las cafeterías que acogen en su interior todo un mundo de recogimiento donde tomar un café es mucho más que beber una simple infusión. Más bien es un ritual donde reconfortar todos los sentidos. Locales como el Paludan Bogcafé mezclan el concepto de cafetería con librería, creando un ambiente ideal para saborear al máximo el momento del café. Y si se acompañan con los famosos dulces daneses, aún mejor.