Una nueva tradición ha pasado a engrosar la lista del Patrimonio Intangible de la Humanidad de la UNESCO: el ritual de preparar, servir y beber café en los países árabes.
En las sociedades de los Emiratos Árabes o Arabia Saudita servir el café es mucho más que ofrecer una bebida, sino mas bien una genuina muestra de hospitalidad y generosidad.
La preparación del café árabe empieza con la selección de los granos, que primero se tuestan ligeramente en una sartén plana i después se trituran en un mortero de cobre con un mazo del mismo metal. Seguidamente, los granos molidos se colocan en una cafetera de cobre, que se llena de agua antes de ponerla al fuego.
Una vez la infusión está lista, se coloca en una cafetera más pequeña y se sirve delicadamente a los invitados en tazas pequeñas. La tradición dice que primero se debe servir al invitado más importante o al más viejo. Además, las tazas nunca se llenan de todo y se procura que los invitados beban al menos una taza, pero no más de tres.
Según la UNESCO, los principales depositarios de esta práctica cultural son los jeques y los jefes tribales, así como los hombres y mujeres más viejos de la comunidad beduina y los propietarios de los negocios de café.
Y una última curiosidad: los beduinos siempre tienen café preparado por si vienen invitados. Pero si el huésped no toma la taza y la coloca en el suelo, significa que necesita pedir un favor especial. En este caso, los beduinos le preguntarán de inmediato “¿que podemos hacer por ti?”.