¿Sabías que por cada kilo de café instantáneo se producen 2 kilos de residuos de café molido? Esto equivale a una cantidad anual de unos 6.000.000Tm en todo el mundo. Por suerte, los posos del café tienen un gran abanico de beneficios y aplicaciones en el mundo de la alimentación.
Según el estudio “Revisión de los subproductos del café como nuevos alimentos dentro de la Unión Europea”, los posos del café son una buena fuente de fibra dietética, así como un buen ingrediente para producir destilados alcohólicos. Se ha descubierto que, tras secar los posos del café usados, se puede extraer el aceite de café con CO2 supercrítico, dando paso a una especie de “harina de café” que tiene un alto contenido en fibra, rica en proteínas y libre de gluten.
Estas características le otorgan múltiples posibilidades para su uso en recetas saladas o dulces, como productos de panadería, confitería y alimentos para el consumo. Además, como tiene una buena solubilidad en el agua, hace que la cafeína desaparezca casi por completo.
¿Te animas a utilizar tus posos del café?