Hay muchas maneras de visitar la Catedral de Barcelona. Una de ellas es desde la terraza del Cafè Restaurant Estruch. Situado justo delante de este emblemático monumento, la historia del local se remonta al 1880, cuando la familia Estruch lo abrió por primera vez.
Regentado actualmente por la familia de Neus Gimeno, el Café Restaurante está especializado en tapas y bravas, hecho nada extraño dada la gran afluencia de turistas que se mueven por la zona. Pero en este Café Restaurante no sólo hay público extranjero. La gran calidad de sus productos, su cocina de mercado y el ambiente cálido y moderno han hecho de este local un oasis de tranquilidad en medio del centro neurálgico de la ciudad. En definitiva, un lugar donde los barceloneses también tienen sitio.
Y es que en Estruch aman Barcelona. Se desprende por los detalles que decoran el local; como el mapa antiguo de la ciudad, recuerdos en blanco y negro de lo que un día fue Barcelona o las magnificas vistas de la fachada de la Catedral desde el interior del bar.
Como buenos amantes de todo aquello hecho en casa, al Café Restaurante Estruch hace más de 26 años que sirve Café Saula. Actualmente ofrece el Café Saula Premium Original, y se ha convertido en una delicia, sobre todo, para los turistas italianos. “Siempre piden un espresso con el miedo de que no será como el que toman en Italia”, explica Neus Gimeno, “pero al irse nos acaban felicitando por el café”.
En la terraza, los rayos de sol caen entre las sillas del Café Estruch con aquella calidez tan mediterránea. Una mujer se toma el café observando los elementos góticos de la fachada de la Catedral mientras la plaza late de vida. Y el Café Restaurante Estruch seguirá así, en este lugar, imparable al paso del tiempo.