Cada año se desechan millones de tazas de café, muchas de las cuales no acaban en los contenedores de reciclaje. Ante esta situación, una campaña de Kickstarter ha financiado el proyecto de una taza que contiene semillas de flores silvestres nativas incrustadas. De esta manera, pueden ser plantadas después de su uso y así ayudar a reponer el suelo árido. A la vez, también ayudan a las colonias de abejas locales.
El sistema consiste en que las tazas se biodegradan a los 180 días, y entonces crean una capa de suelo rico en nutrientes en el que las semillas puedan crecer. Las semillas elegidas son las nativas de la región donde se distribuyen las tazas, por lo que se puede hacer en cualquier país del mundo y con cualquier planta autóctona, incluso con semillas de árboles.